*Los demócratas no están satisfechos con las explicaciones que se han dado por la mala actuación de Biden en el debate
El presidente estadunidense, Joe Biden, prometió el miércoles que seguirá buscando su reelección, rechazando la creciente presión procedente de su Partido Demócrata para retirarse de la contienda tras una desastrosa actuación en el debate presidencial de la semana pasada que planteó dudas sobre su estado y preparación. Afirmó que no se verá obligado a dejar la candidatura.
“Me voy a postular. Soy el líder del Partido Demócrata. Nadie me va a sacar”, dijo Biden, de acuerdo con un colaborador de alto rango que publicó su declaración en la red social X, antes Twitter.
Biden, acompañado por la vicepresidenta Kamala Harris, hicieron una aparición sorpresa en una llamada del Comité Nacional Demócrata, de acuerdo con tres personas familiarizadas con el tema a quienes se les dio el anonimato para que dieran detalles sobre la conversación privada. Las personas señalaron que fue una charla de ánimo, en la que esbozaron lo que está en juego en las elecciones y retomaron los comentarios de Biden posteriores al debate de que se recuperará tras haber sido derribado.
Fue uno de varios esfuerzos del presidente y sus colaboradores de alto rango para tratar de sofocar la creciente ansiedad entre sus aliados en el Capitolio y en los altos niveles de su partido.
Los demócratas no están satisfechos con las explicaciones que se han dado por la mala actuación de Biden en el debate, ni las hechas por el personal de la Casa Blanca ni las que ha ofrecido el propio Biden.
Y hay una frustración más profunda entre algunos demócratas que sienten que Biden debió haber manejado las preguntas sobre su vacilante actuación en el debate mucho antes y que los ha puesto en una posición complicada al permanecer en la contienda.
Mientras tanto, el jefe de despacho de la Casa Blanca, Jeff Zients, instó a los asistentes a una reunión de todo el personal, realizada el miércoles más temprano, a apagar el “ruido” y centrarse en la tarea de gobernar.
Aun cuando Zients reconoció que los días después del encuentro en Atlanta entre Biden y el republicano Donald Trump fueron desafiantes, el jefe de despacho destacó ante más de 500 colaboradores de la Casa Blanca que estaban en la llamada los logros y el historial del gobierno demócrata y dijo que la gobernanza será cada vez más crucial una vez que aumente la intensidad de la temporada de campaña, particularmente después del feriado por el Día de la Independencia del 4 de julio, de acuerdo con un funcionario de la Casa Blanca.
El propio Biden comenzó a realizar acercamientos por su cuenta, hablando en privado con legisladores demócratas de alto nivel, como el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, el senador por Delaware, Chris Coons, y el representante de Carolina del Sur, James Clyburn, de acuerdo con otro funcionario de la Casa Blanca y otras personas con conocimiento de las conversaciones. Zients también conversó con Schumer y Clyburn el miércoles.
En el Capitolio, cada día que pasa crece el nerviosismo debido a que Biden se ha tomado su tiempo para ponerse en contacto con los demócratas de alto nivel y con los miembros de base, según personas familiarizadas con las conversaciones en curso.
Zients trató de aumentar la confianza del personal en el aparato de reelección de Biden, señalando que el presidente tiene “un fuerte equipo de campaña” y que el trabajo de la Casa Blanca es centrarse en seguir aplicando el programa de trabajo de Biden.
También le dijo al personal que Biden siempre ha tenido éxito en épocas difíciles, a pesar de haber sido descartado en las décadas que ha ocupado cargos públicos.
El jefe de despacho también alentó a los asesores a “seguir siendo un equipo” y, aunque reconoció el creciente parloteo político, los instó a “apagarlo” y mantener la disciplina, de acuerdo con el funcionario, que habló con la condición de mantenerse en el anonimato para revelar los comentarios privados de Zients. Este último también ha instado al personal de la Casa Blanca a hacer preguntas y dar retroalimentación.
Los llamados a todo el personal de la Casa Blanca no son inusuales, pero el del miércoles, que duró 15 minutos, se produjo mientras Biden y funcionarios de alto nivel de la Casa Blanca trabajaban para tranquilizar a legisladores, donantes y otros aliados dentro del partido, en medio de preguntas acuciantes sobre si el presidente de 81 años de edad es competente para postularse para un segundo mandato.
Un memorándum enviado el miércoles por la jefa de campaña, Jen O’Malley Dillon, y de la directora de campaña, Julie Chavez Rodríguez, insiste que la elección entre Biden y Trump seguirá siendo reñida, en un intento de restar importancia a los efectos duraderos del debate.
Biden y Harris tienen programado sostener uno de sus esporádicos almuerzos el miércoles, y el presidente tenía planeado recibir a una serie de gobernadores demócratas en la Casa Blanca por la tarde.
Entre los gobernadores demócratas que tenían previsto asistir en persona estaban Tim Walz de Minnesota, que lidera la Asociación de Gobernadores Demócratas, J.B. Pritzker de Illinois, Maura Healey de Massachusetts, Daniel McKee de Rhode Island, Gretchen Whitmer de Michigan, Andy Beshear de Kentucky y Gavin Newsom de California, según sus ayudantes. El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, y el de Nueva Jersey, Phil Murphy, tenían previsto asistir virtualmente.
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